Hace apenas unas semanas, celebrábamos el Día de la Mujer. Un día para visibilizar, para luchar, para no olvidar por qué seguimos saliendo a la calle. Pero ese día, un amigo me envió un enlace que, honestamente, me dejó helada: “491 ventajas ante la ley que tienen las mujeres”. Lo hizo con tono irónico, como si fuera una gran revelación, como si nosotras estuviéramos jugando con ventaja en una carrera que desde el inicio tiene el terreno inclinado en nuestra contra.
Lo que más me impactó no fue el enlace en sí, que está lleno de tergiversaciones, y omisiones interesadas. Lo que me dolió fue la ligereza con la que lo compartió. Como si hablar de leyes que supuestamente nos “favorecen” fuera una forma válida de invalidar la lucha por la igualdad real.
Podemos tener mil leyes a nuestro favor. Podemos aparecer como beneficiadas en códigos y artículos. Pero la realidad, la vida real, el momento en que esas leyes deben aplicarse demuestra que esas “ventajas” desaparecen como humo. Porque cuando una mujer denuncia, lo primero que se cuestiona es su intención, su ropa, su comportamiento. Porque aunque existan normas escritas, lo que pesa al final es el sesgo cultural que nos sigue colocando por debajo.
Y aquí entra algo que me preocupa profundamente: la desinformación y la despreocupación de muchos jóvenes, chicos y chicas, frente a estas realidades. Es más fácil tragarse un enlace viral que escuchar la experiencia de una amiga. Es más cómodo burlarse de las reivindicaciones feministas que asumir el privilegio propio o confrontar una realidad incómoda. Nos educan con acceso ilimitado a la información, pero seguimos eligiendo lo que confirma nuestros prejuicios antes que lo que nos obliga a cuestionarnos.
¿Por qué algunos jóvenes prefieren sentirse atacados por el feminismo en lugar de ver que es un movimiento que busca justicia para todos, incluso para ellos?
Elena, leí tu reflexión y no pude evitar sentirme profundamente tocada. Lo que cuentas no solo revela una experiencia personal, sino que también desnuda una realidad que muchas veces preferimos ignorar. Ese momento en el que alguien, desde la ligereza o incluso la burla, intenta invalidar años de lucha y dolor con un simple enlace malintencionado… duele. Porque detrás de cada ley que “favorece” a las mujeres, hay un contexto de desigualdad estructural que sigue pesando, aunque no se vea a simple vista.
ResponderEliminarTienes razón: no se trata de contar normas, sino de mirar cómo funcionan (o no) en la vida real. Y duele más aún cuando quienes minimizan el feminismo son personas cercanas, jóvenes que deberían estar cuestionando el sistema y no repitiendo los mismos discursos sesgados que nos han mantenido oprimidas por generaciones.
Tu texto es un recordatorio necesario: que el feminismo no ataca, sino que incomoda porque nos pone un espejo en frente. Y ese espejo refleja verdades que muchos no quieren ver. Gracias por poner palabras a lo que tantas sentimos. Ojalá más personas se tomaran el tiempo de leer, escuchar y empatizar, en lugar de simplemente reaccionar
La verdad, leer esto me hizo reflexionar bastante. A veces siento que hay personas que, en vez de tratar de entender por qué seguimos luchando, prefieren aferrarse a cualquier cosa que les confirme que "ya no hace falta el feminismo". Ese tipo de cosas, como el de las "491 ventajas", no solo están llenos de datos sacados de contexto, sino que se usan para desacreditar todo lo que muchas mujeres vivimos a diario.
ResponderEliminarLo que más me preocupa es esa indiferencia, sobre todo entre gente joven. Como si el feminismo fuera un enemigo y no una herramienta para construir algo más justo. Me da una bronca y tristeza a la vez, porque demuestra que todavía hay mucho que explicar, mucho que debatir, y mucha empatía que construir. Porque de eso se trata, al final: de escuchar, de cuestionarse, y de no minimizar realidades en las que cualquier persona está sufriendo hoy en día.
Este texto realmente toca un tema muy importante. Es una pena que muchos no vean el feminismo como lo que es: una lucha por la igualdad, y en lugar de eso se queden con ideas erróneas. Aciertas totalmente al señalar cómo a veces se minimiza la lucha de las mujeres con comentarios o enlaces que ignoran la realidad de lo que enfrentan a diario. La desinformación y la comodidad de no cuestionar lo que creemos son grandes obstáculos. Es crucial que todos, especialmente los jóvenes, escuchen y comprendan la importancia de estas reivindicaciones. En lugar de ver el feminismo como una amenaza, deberían verlo como una invitación a la justicia y la equidad para todos.
ResponderEliminarElena, tal vez te interese este libro https://traficantes.net/libros/conceptos-fundamentales-para-las-luchas-feministas Se trata de la adaptación ilustrada de un libro de la filósofa (referente del feminismo) Silvia Federici, Calibán y la bruja.
ResponderEliminarTambién te paso enlace a un vídeo sobre el pensamiento de otra filósofa estadounidense. Espero que te permita acercarte a la complejidad y heterogeneidad de los feminismos en la actualidad.
Si le dedicas un par de ratos, puedes crear uno o dos cromos filosóficos, digitalizarlos e incluirlos en alguna página que crees en el blog.
https://www.youtube.com/watch?v=sJfKhqWaOCs